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Rodney Brooks advierte que invertir en robots humanoides es desperdiciar dinero

Diego Cortés
Diego Cortés
Full Stack Developer & SEO Specialist
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Rodney Brooks advierte que invertir en robots humanoides es desperdiciar dinero

Rodney Brooks, una de las figuras más influyentes en el ámbito de la robótica y cofundador de iRobot, ha emitido una contundente advertencia a aquellos que consideran invertir en robots humanoides: "Estáis tirando el dinero". En un panorama donde compañías como Tesla promocionan su robot humanoide Optimus mediante videos cuidadosamente producidos, Brooks critica de manera abierta la viabilidad de estos proyectos tecnológicos.

Una voz destacada en la robótica

Rodney Brooks es un referente en el campo de la robótica. Actualmente, ocupa el cargo de director de tecnología en iRobot, una empresa reconocida por sus robots aspiradores Roomba. Además, Brooks es miembro de la Academia Australiana de Ciencias y profesor de robótica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde ha sido director del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Con el establecimiento de Rethink Robotics, Brooks ha dejado una huella significativa en el desarrollo de la robótica.

En su más reciente ensayo, titulado "Por qué los robots humanoides nunca tendrán destreza", expresa sus preocupaciones en torno al marketing y las expectativas alimentadas por las empresas que intentan comercializar robots en esta categoría.

El engaño de los robots humanoides

Brooks argumenta que la percepción pública de los robots humanoides, diseñados para imitar a los humanos tanto en apariencia como en capacidades, es engañosa. Un punto central en su crítica es la notable diferencia entre los humanos y los robots: los seres humanos poseen aproximadamente 17,000 receptores sensoriales en las manos, una cifra que los robots actuales no logran igualar.

Además, enfatiza que, a pesar de los avances en inteligencia artificial generativa, que se ha alimentado de datos durante más de 40 años, la información relacionada con el sentido del tacto es mínima. Esta falta de datos limita la capacidad de estos dispositivos para ejecutar tareas que requieren una complejidad táctil, vital en la interacción con seres humanos.

Consideraciones de seguridad

Aparte de las limitaciones en la percepción sensorial, Brooks resalta otro aspecto crítico: la seguridad. Un robot humanoide, con dimensiones y peso similares a los de una persona, presenta serios riesgos en entornos compartidos. Brooks advierte que la inercia del movimiento de un robot de este tipo podría provocar lesiones graves a personas cercanas. En el peor de los casos, una caída accidental podría resultar fatal.

Si bien se han desarrollado robots más ligeros, esta reducción de peso a menudo implica compromisos en su efectividad. En este sentido, Brooks señala que un mayor poder y robustez, necesarios para facilitar ciertas tareas, también puede aumentar el peso del dispositivo, dificultando su operatividad.

El futuro de los robots humanoides

Brooks imagina un futuro en el que, en los próximos 15 años, los robots humanoides que conocemos en la actualidad podrían sufrir transformaciones significativas, alejándose de la forma humana. En lugar de replicar la apariencia humana, estos robots podrían adoptar configuraciones más funcionales, incluyendo ruedas, múltiples brazos y sensores avanzados, optimizando su capacidad para desempeñar tareas específicas.

La convicción de Brooks es contundente: quienes actualmente invierten en robots humanoides están malgastando sus recursos. A su juicio, las exhibiciones y videos relacionados con iniciativas como Optimus y los productos de la empresa Figure no son más que costosos experimentos sin un camino claro hacia la producción a gran escala.

Reflexiones finales

Las afirmaciones de Rodney Brooks suscitan un amplio abanico de interrogantes sobre el futuro de los robots humanoides. Aunque actualmente hay un creciente interés tanto por parte de inversionistas como del público, las bases que sostienen estos desarrollos parecen frágiles desde la perspectiva de un experto. La capacidad real de estos dispositivos para realizar tareas cotidianas y cumplir con las expectativas planteadas sigue siendo incierta, subrayando la idea de que gran parte de lo que se presenta es simplemente marketing sin sustento.

El análisis de Brooks ofrece una claridad crucial sobre el futuro de la robótica humanoide, y es fundamental considerar su postura en un momento en que la automatización y la inteligencia artificial ocupan un lugar central en diversos sectores.

Para seguir informado sobre los últimos desarrollos en tecnología y robótica, se invita a explorar más noticias en este blog.

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