La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha puesto su confianza en la inteligencia artificial como una solución para contrarrestar la creciente ola de proteccionismo que caracteriza el panorama internacional actual. En su informe anual, publicado recientemente, la OMC estima que la implementación de nuevas tecnologías podría incrementar el comercio global entre un 34% y un 37% para el año 2040. Este crecimiento anticipado no solo elevaría el comercio internacional, sino que también podría aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) mundial en un 12% a un 13%, gracias a la reducción de costos y al aumento de la productividad que la inteligencia artificial ofrece. Sin embargo, el informe también advierte sobre los desafíos que acompañan a esta transformación tecnológica, como el potencial de la IA para aumentar las desigualdades entre países y sectores productivos si no se implementan las políticas adecuadas.
La IA como motor del comercio en tiempos de proteccionismo
Recientemente, las barreras al intercambio de bienes y servicios han crecido considerablemente. La política arancelaria adoptada por EE. UU. simboliza esta era de proteccionismo. Sin embargo, los analistas de la OMC sostienen que las nuevas tecnologías, especialmente la IA, pueden funcionar como un revulsivo. El informe, titulado Making trade and AI work together to the benefit of all (Lograr que el comercio y la IA trabajen juntos en beneficio de todos), señala que la IA ofrece a las empresas nuevas herramientas para mejorar su visibilidad, reducir los costos de cumplimiento y gestionar mejor la incertidumbre en el comercio global.
Para aprovechar al máximo estas oportunidades, la OMC enfatiza la necesidad urgente de establecer políticas comerciales "abiertas y predecibles". Se ha observado un aumento significativo en las restricciones a los bienes relacionados con la IA; las regulaciones pasaron de 130 en 2012 a casi 500 en 2024. Estas barreras han sido impuestas en gran medida por economías de altos y medianos ingresos. Según la OMC, el acceso a los bienes que facilitan la IA, como semiconductores y servicios en la nube, sigue siendo desigual. En algunas economías de bajos ingresos, los aranceles pueden alcanzar hasta un 45%.
Retos y oportunidades en el comercio global
El informe señala que la creciente complejidad del comercio global y el aumento de los aranceles han propiciado la demanda de soluciones basadas en inteligencia artificial. Los objetivos principales incluyen el análisis de riesgos normativos, la realización de auditorías y la mejora del análisis de las órdenes de compra. La OMC indica que la implementación de tecnologías de IA podría reducir significativamente los costos comerciales, los cuales han aumentado en años recientes debido a aranceles y disrupciones en las cadenas de suministro. Las herramientas de IA pueden facilitar el cumplimiento normativo, mejorar la coordinación entre proveedores y compradores, y reducir las barreras lingüísticas.
Sin embargo, el organismo advierte que los beneficios de la inteligencia artificial podrían no distribuirse equitativamente, especialmente si persiste la brecha digital que separa a los países de bajos ingresos de los mercados más desarrollados. Para explorar cómo podría desarrollarse la situación, economistas de la OMC simularon cuatro escenarios diferentes, basados en los niveles de adopción de la IA.
Escenarios proyectados de adopción de IA
En el escenario base, donde las economías de bajos ingresos quedan rezagadas, se prevé que los países ricos vean un aumento en sus ingresos del 14%, en comparación con el 11% de las economías de ingresos medios y un 8% en los países de renta baja. Si se logra cerrar la brecha digital, los países de ingresos más bajos podrían experimentar un incremento del 11% en sus ingresos, mientras que los países de renta media y alta alcanzarían un 12%. En el escenario más optimista, que implicaría mejoras en infraestructura y una adopción generalizada de la IA, las economías de bajos ingresos podrían ver un aumento del PIB del 15%, y del 14% en economía de ingresos medios.
Debido a esta situación, la OMC recomienda la creación de marcos regulatorios inclusivos, la inversión focalizada en infraestructura, así como un refuerzo de la cooperación internacional. Según Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, "la IA tiene un enorme potencial para reducir los costos comerciales e impulsar la productividad. Sin embargo, el acceso a las tecnologías de IA y la capacidad de participar en el comercio digital siguen siendo muy desiguales".
Impacto en el empleo y en la desigualdad
La inteligencia artificial también plantea inquietudes respecto a posibles disrupciones en el mercado laboral. El impacto general en el empleo dependerá de cómo la IA complemente o reemplace tareas específicas, así como de la adaptabilidad de los trabajadores y las empresas. Si se adoptan las políticas correctas, la IA podría aumentar la productividad en sectores en desarrollo, especialmente en el sector servicios. La OMC estima que la tendencia de sustituir tareas humanas de media y alta cualificación podría ayudar a disminuir la desigualdad de ingresos entre trabajadores especializados y no especializados, con proyecciones de reducción de entre un 3% y un 4% a nivel global.
Por otro lado, los riesgos de efectos adversos se incrementarían si no se implementan marcos regulatorios adecuados y no se promueve la difusión del conocimiento. La inteligencia artificial favorece la producción intensiva en capital y datos, lo que podría dejar atrás a las economías más dependientes de mano de obra poco cualificada. Asimismo, una encuesta realizada muestra que solo el 41% de las pequeñas empresas emplea IA, en comparación con el 60% de las grandes corporaciones. En economías de ingresos bajos y medios bajos, menos de un tercio de las empresas utiliza esta tecnología.
Un llamado a la acción para el futuro de la IA y el comercio
De acuerdo con la OMC, "el impacto futuro de la IA dependerá de las decisiones actuales". Con inversiones adecuadas en infraestructura digital, capacitación de trabajadores, reformas internas y cooperación internacional, la inteligencia artificial puede ampliar las oportunidades y fortalecer el sistema multilateral de comercio. Sin embargo, la OMC advierte que sin una acción deliberada para cerrar las brechas de capacidad, actualizar las normas comerciales y fomentar la alineación regulatoria, los riesgos asociados a la IA podrían aumentar y sus beneficios podrían concentrarse en manos de unos pocos.
Este es un momento crucial para el comercio global, y la inteligencia artificial puede ser un catalizador para un cambio positivo. Para mantenerse al tanto de este tema y otros relacionados, se invita a los lectores a explorar más en este blog, un espacio dedicado a las últimas tendencias y análisis sobre comercio y tecnología.